Por Juan Bragassi H.
En las inmediaciones de la Estación del metro tren de Quilpué, casi a un costado de un clausurado puente, se encuentra una abandonada construcción de lo que fue una casona en la cual habitó sus últimos años de vida nuestro héroe y veterano de la Guerra del Pacífico Carlos Condell de la Haza.
Si se busca en Internet, se podrá comprobar la existencia de una antigua foto en blanco y negro, que nos da la idea de cómo fue esta construcción antes de sufrir su destrucción, misma foto que ese encuentra en un grupo de face book actualmente abandonado.
Hace algunos años, a través de la gestión de Marcelo César Villalba director del Museo Virtual de la Guerra del Pacícifico, quien vivió parte de sus infancia en esta ciudad y estudió en el Colegio Municipal Carlos Condell, logró conformar junto a la colaboración de un numeroso y tranversal grupo de vecinos un centro cultural, con objeto de rescatar esta propiedad y conformar allí un museo Histórico, iniciando para ello una campaña a través de los medios periodísticos e informáticos.
La idea prendió al poco tiempo, realizándose una serie de notas de prensa referido a resaltar el estado de abandono de esta propiedad, la necesidad de sus rescate frente al importancia de quién habitó allí, hasta se realizó una muestra en el Salón de Municipio Quilpueino, muestra que era conformada con una colección particular de valiosas reliquias militares de los hombres que entregaron sus vidas en es conflicto por sus respectivos países.
Dicha muestra puso en relieve la ausencia a nivel nacional de un museo que rescate para las nuevas generaciones estas reliquias, su necesidad imperiosa de tenerlo, el desconocimiento en los ciudadanos de esta país de un pasaje valioso y doloroso de nuestra historia y en lo positivo la recepción favorable en el público, frente a una exhibición que pese a todas las dificultades de tipo comunicacional y publicitario, fue de primer nivel, única de este tipo en Quilpué contando además con la presencia de una de las descendientes directos de esta personalidad, descendiente que pese a su estado delicado de salud, concurrió a la inauguración y que hoy vive en Villa Alemana, hablo de doña Edith Bórques Covarrubias.
Sin embargo, todo a quedado en el olvido tras la indiferencia de las autoridades civiles y militares. Este estado nos hace recordar la situación miserable en que muchos veteranos vivieron sus últimos años de vida hasta que entrada la década del 50 del Siglo XX el Estado de que tantos se han servido, adoptó alguna tardía y simbólica medida reparatoria.
Muchas de las gestiones que hoy se realizan por rescatar y preservar efectivamente nuestro patrimonio material e inmaterial, responde a un esfuerzo particular, hecho con ñeque, a pulso, sacrificando el bienestar económico, laboral e incluso familiar, tarea que el Estado y sus Instituciones realizan muchas veces no de una forma satisfactoria.
Acá van en este aspecto dos ejemplos:
Con Carlos Condell muchas gestiones fueron infructuosas, muchas conversaciones quedaron en nada y demasiados compromisos pasaron al olvido.
Sin embargo, este artículo vuelve colocar en relieve la idea de la recuperación de ésta propiedad y fundamentalmente del rescate de la figura de Condell, de su presencia en nuestra comuna.
Mientras las autoridades municipales no hagan nada en cuanto a este tema, seguirá existiendo una deuda histórica no sólo con el pasado, sino también con los que vendrán.
Deberían restaurarla y conservarla como patrimonio de la humanidad.
ResponderEliminarSe tiene una deuda histórica con este héroe olvidado del combate de punta gruesa.
ResponderEliminarPais sin patrimonio es una mierda.
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