![]() |
Portadas de algunas publicaciones sobre Quilpué. |
Por
Juan Bragassi H.
Al
revisar la producción historiográfica, realizada en relación a la ciudad y comuna
de Quilpué, se constata tres líneas de desarrollo: la literaria, la histórica
general y la de estudios específicos.
La
literaria, está basada en recuerdos y anécdotas personales, la mayor parte de
ellas llevadas al formato de crónica periodística. Ella va a estar en relación,
con la producción de memoria histórica, concepto historiográfico más reciente,
que viene a registrar el esfuerzo por construir de forma colectiva un relato y
un sentir común, sobre un acontecer pasado.
La
histórica general, cuya base es lo político administrativo, hace eco de corrientes
historiográficas tradicionales, como lo son: el historicismo, el positivismo y
la escuela de los annales. Sus contenidos están basados fundamentalmente, en la
documentación municipal, la cual es complementada por relatos de época, recuerdos y anécdotas,
recogidas de crónicas de autores locales y nacionales.
A
esta le sigue, la de producción de estudios o investigaciones de aspectos específicos
en materia histórica, publicadas en formato artículo y realizadas por parte de
investigadores especializados o por personalidades autodidactas interesadas.
Los
formatos de todas estas publicaciones son variados, las hay en formato libro, librillo,
libro catálogo, cuadernillo, folleto y boletín.
La
realización de este breve trabajo, tuvo una fase previa, la cual consistió en
la construcción y actualización de un listado de publicaciones formales[1], utilizando como guía, el
capítulo: “Libros de la historia de Quilpué”, el cual está contenido en el
libro: “Quilpué: de floreciente villa a ciudad capital”, de Juan José López
Azcárate, texto publicado el año 2012. De igual manera, se hizo una revisión de
las publicaciones en este tenor, presentes en la biblioteca municipal, así también
de las que están en propiedad del autor de este artículo, como las dispuestas para
su libre acceso en internet.
Línea
Literaria: recuerdos, anécdotas, crónicas y memoria
A
partir de la confección y revisión del listado historiográfico de publicaciones
efectuadas en relación a la ciudad y comuna de Quilpué, constatamos que antecediendo
su producción histórica formal, nos encontramos como fuente inicial, la
producción literaria a través de crónicas, un ejemplo son los trabajos
realizados por el Escritor Joaquín Edwards Bello, en relación a sus recuerdos
de infancia, sobre la guerra civil de 1891, y la anécdota, registrada en
relación a la inauguración del tramo de la vía férrea, que unió a Valparaíso
con la ciudad de Santiago; o las registradas por el escritor, poeta, dramaturgo
y periodista Daniel de la Vega, trabajos que van en la misma sintonía (recuerdos
y anécdotas), escritos que originalmente correspondieron a una producción,
realizada para diversos medios impresos (diarios, semanarios y revistas) y que
años posteriores han sido reunidos y presentados en formato de libro. Dichas
publicaciones, han sido consideradas por algunos autores, como fuentes
primarias documentales, incorporándolas en sus estudios, a fin de brindar al
lector, un prisma humano y de época, equilibrando así, su relato histórico,
político y administrativo.
En
el capítulo mencionado, del libro de Juan José López, se registran dos publicaciones: la de 1940,
titulada “Remembranzas históricas de Quilpué”, de Urbano Rojas Castillo, trabajo realizado en formato folleto; y el libro “Crónicas lugareñas”, de 1943, cuyo autor es Enrique
Sim Search, personalidad que fue alcalde de Quilpué, entre los años 1907 y 1909.
Hacia
el año 2000, se constata la realización de publicaciones, que están en sintonía
con la corriente historiográfica, denominada como: “de memoria histórica”. Ello
coincide con la irrupción en el escenario de la investigación histórica local,
de personalidades formadas en disciplinas relacionadas con las ciencias
sociales. Ellos situarán su quehacer en la construcción histórica del habitante de la ciudad y la
comuna de Quilpué. Así tenemos en el año 2000, el libro:
“Quilpué y sus fundos: Reconstrucción histórica oral de su patrimonio
inmaterial desde 1900 a 1960”, trabajo de investigación realizado por los profesores Manuel Esteban Romero Castro y
Enzo Díaz Peralta ; mientras que, en el año 2009, es publicado el libro
titulado: “Nuestro barrio, nuestra vida… El siglo XX en El Retiro de Quilpué”,
texto realizado por Andrés Brignardello Valdivia, en colaboración con el
Consejo Vecinal de Desarrollo Vecinal del Sector El Retiro, trabajo que fue financiado por el Programa Quiero mi barrio[2]. En el año 2011, apareció
el libro: “Anecdotario del futbol quilpueíno”, trabajo auspiciado por el
Departamento de Deportes de la ilustre municipalidad de Quilpué. De las
publicaciones más recientes, se destaca el libro: “KPD. Historia social y
memoria de una fábrica soviética en Chile”, de Andrés Brignardello Valdivia,
texto publicado el 2016.
Línea
de la historia general de Quilpué
Como
hemos apreciado, durante la primera mitad del siglo XX, gran parte de la
producción historiográfica de Quilpué, estuvo remitida a relatos personales
(recuerdos y anécdotas) ; mientras que
hacia el año 2000, irrumpe una corriente histórica, que construye su relato a
partir del ejercicio individual y colectivo de la memoria, centrando su interés
en el sustrato popular, barrial o en relación al pasado obrero de la comuna,
pero esta corriente historiográfica, va a estar antecedida, por una más
tradicional, cuya producción historiográfica, va tener como base de desarrollo,
la documentación político administrativa de la comuna.
Este
suceso se expresa fundamentalmente a partir de la década de los sesenta y mediados
de los ochenta del siglo XX, extendiéndose ello, hasta mediados de la segunda década del siglo XXI
Así
tenemos el libro de 1952: “Quilpué tierra del sol”, de Bernardo Torres Vergara,
trabajo considerado el primer libro histórico biográfico, realizado sobre la ciudad. Texto, que tuvo una segunda
edición el año 1962.
Décadas
posteriores, en 1986, es publicado en formato cuadernillo: “Historia de
Quilpué”, de Roberto Narváez Troncoso. Esta consta de cuatro volúmenes,
impresos en la imprenta del diario La Nación, para el diario local “El
quilpueíno”, teniendo en uno de sus números, algunas ilustraciones, realizadas
por el destacado dibujante e ilustrador local Mario de Belda Cid [3]. La mencionada
publicación, abarcó desde la prehistoria hasta mediados de siglo. De igual
manera, en ese año, sale a la luz el libro: “Historia general de Quilpué”, de
Francisco Astudillo Tapia y Carlos Ruiz Tagle Vial. Dicho trabajo va a
tener su continuidad en las siguientes publicaciones: 1993, libro: “Ilustre
Municipalidad de Quilpué. Un siglo de historia 1893 – 1993”, de Juan José López Azcárate; 1998,
libro: “Quilpué un siglo de ciudad”, de
Juan José López Azcárate, texto que fue impreso en el marco de los cien años de
la nominación de la Villa de Quilpué, como ciudad, y que es – como vemos -, una reedición
revisada de la publicación del año noventa y tres.
En
el mismo tenor, es la posterior publicación del año 2012, bajo el nombre:
“Quilpué: de floreciente villa a ciudad capital”, de Juan José López Azcárate, texto
que puede ser considerado, como una tercera edición actualizada, de los libros
publicados en los años 1993 y 1998.
Al
revisar las páginas de estos libros, comprobamos que todas estas ediciones
mantienen básicamente una misma estructura, en base a sus contenidos, como dijimos centrando su
información, en los aspectos político administrativo, remitiendo los antecedentes
referidos a la pre historia y presencia precolombina del sector, tomando como
fuente documental, los estudios realizados por el doctor Fonck, trabajos
publicados a comienzos del siglo XX, o repitiendo los contenidos expuestos en
la publicación histórica de Quilpué, ya sea de 1952 y 1962. La novedad,
consiste más allá de la diagramación y la materialidad de las publicaciones, en
la actualización e incorporación de información escrita y gráfica, más la suma
de nuevos hitos para la ciudad, como la polémica firma del acta fundacional de
la ciudad de Quilpué, realizada en abril del 2008[4].
La
línea de investigación histórica
La
producción de estudios históricos en relación a Quilpué, presenta ciertas
particularidades, si bien es la más prolífica y variada, en el siglo XX esta
acotada a ciertas décadas, por ejemplo, en 1910, encontramos estudios sobre el
pasado prehispánico de la localidad, como el libro: “La región prehistórica de Quilpué y su
relación con la de Tiahuanacu”, de Francisco Fonck Foveaux; y del mismo año, el
artículo “La lanceta de Quilpué”, de Francisco Fonck Foveaux. En 1950, tenemos el
libro “Quilpué arqueológico”, de Guillermo Laveluk Fariña, autor que fue director
de obras de la ilustre municipalidad de Quilpué, entre los años 1949
y 1954 ; y el artículo, de 1985,
titulado: “Excavación de salvataje en Quilpué, Chile Central”, de Jaime Vera Villarroel, trabajo registrado en
el volumen número 16, de 1983 – 85; en los Anales del Museo de Historia Natural de Valparaíso.
Apreciamos
de igual manera, la concentración de estudios referidos al sector del Valle de Colliguay,
trabajos realizados fundamentalmente en la década de los cincuenta del siglo
XX, y algunos que se dan , hacia el
nuevo siglo, de la mano de programas de desarrollo local. Así tenemos en 1956,
el libro: “Evolución de la propiedad rural en el Valle del Puangue”, de Jean
Borde y Mario Góngora ; 1962, el artículo de Marcelo Carmagnani, titulado: “Documentos
relativos al distrito minero de Colliguay”, texto publicado en el Boletín de la
Academia Chilena de la Historia ; 1964, el artículo “Cosas de Colliguay y Cerro
Viejo”, de Luis Oyarzún, publicado en la revista Mapocho, de la Editorial
Universitaria; 1964, el artículo: “Folclore de Colliguay”, de Juan Uribe
Echeverría, trabajo publicado en la revista Mapocho, vol. 4, núm. 2; y la
investigación fechada en el año 2000: “Identificación de los impactos del
turismo en el estero de Puangue”, de Saúl Andrés Pérez Inostroza.
Sobre
el sector de El Belloto, podemos nombrar los siguientes trabajos: 1945, el libro: “
Historia de El Belloto”, del escritor Oscar Salas Contreras; año 2012, el artículo:
“El Belloto y su paradero de trenes”, del Boletín histórico de la Provincia del
Marga Marga ; 2012, el artículo “Centenario de El Belloto”, en Boletín
histórico de la Provincia del Marga Marga ; y del mismo año, el artículo “ La
fiesta de la vendimia de El belloto”, publicado en el Boletín histórico de la
Provincia del Marga Marga.
Como
podemos ver, durante la segunda década de presente siglo, un actor importante
en cuanto a la producción de investigación historiográfica local, fue la
llamada Sociedad Histórica de la Provincia del Marga Marga[5], cuyo principal medio de
divulgación, fue su boletín que circuló de manera impresa y en formato digital.
De
igual manera, destacamos dos libros de recopilación de estudios históricos en
relación a Quilpué: 2011, el texto: “Pasas por Quilpué”, publicación realizada
por el Centro cultural Comuna memoria y financiada por el FONDART Regional, del
Concejo Nacional de la Cultura y las Artes; y el libro del 2015: “Ciudad ,
memoria y patrimonio. Reflexiones sobre el pasado y el presente de Quilpué”, cuyos
compiladores fueron Andrés Brignardello y Luciano San Martín[6].
Hay
que recalcar, que dichas publicaciones - a diferencia de los libros
relacionados con la historia general de la ciudad -, responden a un período de revisión de ciertos tópicos
dados por sentados por la historiografía local, así también, marca la ampliación
hacia nuevos contenidos, abordados por medio de metodologías de investigación
de carácter científico, en relación al ámbito patrimonial.
Otras
publicaciones
Destacamos
dentro de los estudios históricos en relación a la ciudad de Quilpué, un
folleto publicado en 1998, titulado : “Vida y costumbres de Quilpué en 1917”,
publicación realizada por la entonces concejal Adriana Romaggi Chiesa, trabajo
que nos ofrece, a través del estudio de las actas municipales, aspectos sobre
las costumbres de los habitantes de la época, en relación al consumo de
alcohol, el juego, el control de precios y de las patentes para locales
comerciales. Nos parece que esta publicación marca una interesante línea de
investigación , lamentablemente poco desarrollada.
En
otro ámbito, el año 2007, tenemos el libro: “Imágenes de Quilpué antiguo”, de
Raúl Rivera Gómez y el 2008, el libro de imágenes de Colliguay: “El viento
sopla por donde quiere”, trabajo realizado por el fotógrafo Ramón Ángel
Acevedo Arce. Dichas iniciativas no han
tenido continuidad en el tiempo.
Una
vuelta al ámbito de la creación literaria, a partir de la historia local de la
ciudad y comuna de Quilpué, son los libros: “Quilpué mi ciudad con alma de
pueblo” (2017), Tomo I ; “Quilpué mi ciudad con alma de pueblo. Nuevas investigaciones
y relatos” (2017), Tomo II ; y “Quilpué
mi ciudad con alma de pueblo. Investigaciones, relatos , leyendas” (2023), Tomo
III, trabajos realizados por María
Stella Núñez Barrón.
Conclusión
Al
revisar el panorama de la producción histórica, en relación a la ciudad y
comuna de Quilpué, constatamos la participación de personalidades autodidactas
e interesadas – algunas de ellas asociadas a labores municipales -, como la
presencia de investigadores especializados.
Ello
lleva de una producción histórica, que, en un principio, estuvo más relacionada al ámbito literario (recuerdos y
anécdotas), para derivar a la realización de una historia general de la ciudad
y comuna, cuya base documental estuvo centrada fundamentalmente en lo político
administrativo. Dichas publicaciones, cada cierto tiempo – coincidiendo con una
fecha o acontecimiento importante para la comuna -, fueron reeditadas,
actualizando algunos de sus contenidos.
A
partir del inicio del nuevo siglo, apreciamos de igual manera, la generación de
investigaciones más especializadas, en cuanto a su metodología y contenido, que
van a revisar y actualizar los antecedentes referidos al pasado prehispánico,
como el relato histórico fundacional de Quilpué. De igual manera, estos
trabajos van a centrar su interés, en la memoria histórica de sus habitantes,
en relación al pasado rural y minero, como el asociado a la memoria obrera y
barrial.
Los
formatos de todas estas publicaciones son variados. Las hay en formato: libro,
librillo, libro catálogo, álbum de fotos, cuadernillo, boletín, folleto y lo
más reciente, en formato digital (sitios web, blogs, libro digital, etc.).
En
cuanto a las publicaciones más recientes, son los compilados de
investigaciones: “Pasas por Quilpué” (2009) y “Ciudad memoria y patrimonio”
(2015); mientras que las investigaciones enfocadas a un tema en particular, son
los libros: “Quilpué y sus fundos: Reconstrucción histórica oral de su
patrimonio inmaterial desde 1900 a 1960” (2010) y “KPD Historia social y
memoria de una fábrica soviética en Chile” (2016). A partir de esa fecha al
presente, no se aprecia ninguna publicación formal.
Por
otro lado, al revisar la bibliografía presente en la biblioteca municipal,
sobre la producción histórica en relación a Quilpué, se constata la pérdida y
ausencia de algunos títulos, hecho que viene a colocar en urgencia la adquisición
de material, así también, la necesidad de crear un archivo histórico de la comuna.
[1]
Las publicaciones formales, son entendidas como las publicaciones impresas,
realizadas al alero de una institución formal, aplicando para ello metodología científica de investigación; pero
en este caso hemos considerado toda publicación impresa y la que está a libre
disposición, para ser consultada y/o descargada en línea.
[2]
Dentro de esta misma línea están los trabajos “la Realidad de un sueño”. Origen
de la Villa Enrique Wiegand de Quilpué (2012), de Félix Valdés Cáceres y Félix
Valdés Fredes ; “Historia del barrio Piloto Pardo- Textil Viña de Quilpué”
(2015), realizada y financiada por el Programa Quiero Mi Barrio del Ministerio
de Vivienda y Urbanismo (MINVU); “Recuperando memoria, construyendo futuro:
historias y memoria del décimo sector Belloto Sur, KPD, El Ocaso, El Alba”, de
Camilo Nicolini Leiva y Diego Villarroel
Hernández, financiada por el Programa
Quiero Mi Barrio. Seremi MINVU, Región de Valparaíso.
[3]
Mario de Belda Cid, es un destacado ilustrador, que ejerció como docente en
escuelas y liceos de la comuna de Quilpué, fue dibujante de la revistas Mampato,
Dr. Mortis, Heidi y Marco, pertenecientes
a las editoriales Zig Zag, Lord Cochrane
y Pincel. Actualmente realiza un producción particular, comercializando sus
trabajos en sitios especializados.
[4] La
polémica se dio en ese tiempo, al existir un decreto supremo elaborado por el presidente
Federico Errázuriz, donde se le confiere el título de ciudad a la Villa de
Quilpué, el 25 de abril de 1898, pero – según el municipio de esa época -, nunca
se encontró el acta fundacional que respaldó dicha resolución, hecho que
justificó esta iniciativa en el 2008.
[5] En
la actualidad, los principales miembros de dicha sociedad histórica, conforman la Academia
Chilena de Estudios y Publicaciones CEDEP Kuntur Mallku.
[6]
Luciano San Martín, fue docente de la Universidad de Playa Ancha, asesor de
patrimonio de la Ilustre Municipalidad de Quilpué.
Comentarios
Publicar un comentario